La pandemia volvió a poner de manifiesto la necesidad de invertir en investigación, innovación y tecnología para desarrollar productos y servicios que ayuden a afrontar los retos que se le presentan a la sociedad. En esta tarea, las empresas emergentes están llamadas a jugar un papel clave, particularmente las digitales. Este número de la colección Monográficos de España Digital 2026 aborda el crecimiento de estas compañías y los retos sociales, económicos, políticos y normativos que enfrenta el emprendimiento digital.
Un país relativamente atractivo para las empresas emergentes
En los últimos años, España ha desarrollado un ecosistema de startups incipiente, principalmente, en torno a dos polos, Madrid y Barcelona. Nuestro país ocupa el octavo puesto en el análisis europeo y el decimosexto en el mundial. También se encuentra en el grupo de los innovadores moderados, con un gasto empresarial del 0,8% sobre el PIB frente al 1,5% de la UE. Por otro lado, se han impulsado programas de inversión y reformas destinados al emprendimiento digital, un eje transversal en la estrategia España Digital, como los de aceleración y financiación pública Neotec o Activa Startups, entre otros.
Brecha de género
El emprendimiento innovador sigue estando liderado mayoritariamente por hombres. Solo el 8% de las mujeres adultas involucradas en iniciativas emprendedoras en los últimos 3,5 años lo hicieron en proyectos con un nivel tecnológico medio alto, frente al 11% de los hombres. Ante esta realidad, se han puesto en marcha, entre otros de carácter general, programas específicos para emprendedoras como The Break, Neotec Mujeres Emprendedoras o Enisa Emprendedoras Digitales.